miércoles, 24 de marzo de 2010

2.2. De los orígenes de la Filosofía al maestro Sócrates

Como hemos indicado, se suele afirmar que la filosofía nació en Mileto en el siglo VII a.C. gracias al sabio Tales. Veamos cómo sucedió esto. En el siglo VII a. C. Mileto se había convertido en una de las ciudades (polis) más importantes del mundo griego. Se trataba de una colonia que los griegos habían fundado en el Asia Menor (en la actual Turkía) y que había alcanzado una gran prosperidad gracias al paso desde una economía basada principalmente en la agricultura hasta una economía basada en el comercio. Además del buen nivel económico de la sociedad milesia, la ausencia de una fuerte autoridad religiosa, de una casta sacerdotal o de un libro sagrado que impusiera la verdad o las principales normas morales fue una de las causas que permiten comprender el ambiente de libertad intelectual en el que vivió Tales.
Tales de Mileto es considerado como el primer ser humano que se dedicó a la filosofía. ¿Qué hizo Tales para recibir este honor tan importante? Dijo que el agua era el origen de todas las cosas y que todo estaba formado de agua. ¿Y por decir eso ya se convirtió en filósofo?

Tal vez, hoy su afirmación pueda resultar absurda o de poca importancia, pero debemos trasladarnos a la época, al contexto en el que se pronunció. En aquella época la mayoría de los griegos, como la mayoría de los seres humanos solían explicar los problemas más importantes que acuciaban al ser humano apelando a dioses o a seres sobrenaturales. Si llovía con fuerza, tal vez, habría que pensar que Zeus se había enfadado; si alguien se enamoraba habría que pensar que Eros estaba influyendo en aquella persona. Pero ahora Tales establece una importante diferencia: no está hablando de dioses ni de fuerzas extrañas, está refiriéndose al agua, un elemento de la naturaleza, un elemento que está a nuestro alrededor y que puede tocarse y contemplarse. Éste es el motivo por el que el sabio de Mileto suele inaugurar los cursos de Filosofía.

Pero, ¿cómo llegó Tales a esta conclusión? En primer lugar, los dioses acuáticos desempeñaban un papel muy importante en las creencias griegas en las que él se había educado. Por otra parte, pudo darse cuenta de la gran importancia que el agua posee en el origen de algunas de las civilizaciones antiguas más importantes: Egipto, surgida alrededor del Nilo o Sumer, desarrollada entre los ríos Tigris y Eúfrates.
Además, le pudo llamar la atención la presencia de fósiles marinos en lugares secos, una prueba de que el agua ocuparía en épocas anteriores una mayor extensión. Debió comprobar igualmente la importancia del agua para el crecimiento de los seres vivos.
Como vemos, Tales pudo utilizar la observación de los ríos o de los seres vivos, es decir, pudo emplear una herramienta que será básica en el conocimiento científico, pero, por otra parte, no rompe completamente con el pensamiento religioso y mítico, ya que el agua, adoptando la forma de dioses diferentes ocupaba un lugar muy importante en el trasfondo religioso griego. De cualquier manera, Tales fue una figura fundamental en la historia, siendo considerado como uno de los siete sabios, no sólo por su teoría sobre el agua, sino también por otras cuestiones más prácticas: se le atribuye el teorema que lleva su nombre, aunque ya era conocido entre los egipcios, y la predicción de un eclipse, un suceso que le aportaría una indudable fama entre sus conciudadanos.

1. ¿Te parece absurda la afirmación de Tales sobre el agua? ¿Por qué?
2. ¿Crees que hay en nuestra época explicaciones similares a las que se referían a Zeus o a Eros? Si lo crees, pon algún ejemplo.

Las ideas de Tales sobre la vida o el Universo no quedaron aisladas. Pronto un grupo de pensadores, primero en la misma ciudad de Mileto, y posteriormente en otros rincones de la Hélade comenzaron a reflexionar sobre los mismos temas y a ofrecer distintas teorías. Estos filósofos que recibirán el nombre de presocráticos o filósofos de la naturaleza se preocuparon prioritariamente del origen del Universo o de la materia última (arjé) que estaba presente en todos los seres, no obstante, también dejaron algunas reflexiones interesantes sobre el ser humano. Entre los presocráticos más conocidos podemos citar a Anaximandro y a Anaxímenes, ambos de la ciudad de Mileto; a Pitágoras, creador de un sistema filosófico que otorgaba un papel fundamental a las matemáticas y que establecía la creencia en la reencarnación; a Empédocles; a Jenófanes; a Parménides, fundador de la Escuela Eleata y defensor de la imposibilidad de defender el movimiento a través de la razón; a Heráclito, que defendía, por el contrario, la importancia del movimiento y del cambio; a Demócrito, para el cual todos los seres estaban compuestos por diminutos átomos y a Anaxágoras, quien llevó a Atenas algunas de las más importantes reflexiones filosóficas.
Cada uno de los autores señalados merecería un estudio más detallado, pero en un curso introductorio no es posible realizar esta tarea. De ahí, que hayamos decidido analizar con más detalle las ideas de uno de los filósofos más interesantes del mundo antiguo: Heráclito de Éfeso.


Heráclito el oscuro
Nació y murió en Éfeso –ciudad cercana a Mileto–. Escribió una obra que está compuesta por frases (aforismos) que suelen tener un significado enigmático. Por este motivo, fue conocido como Heráclito el Oscuro.
Para Heráclito la naturaleza se caracteriza por encontrarse en un continuo cambio, en un constante devenir. Los sentidos nos pueden engañar, a veces, cuando creemos observar que algo no cambia o que siempre es lo mismo; pero, en realidad cualquier objeto experimenta continuas transformaciones. Si utilizamos además de los sentidos la razón tendremos que llegar a la conclusión de que todo cambia.
Para Heráclito, por tanto, el Universo tiene una Ley o Logos que es la ley del cambio. Todo está en continuo movimiento y cambio. (Aquí podemos comprender su famosa frase: “Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río”) El cambio es eterno, siempre se ha producido. El logos está en el Universo pero también está en el conocimiento de cada persona.
Además, Heráclito afirma que la aparente armonía que observamos en la naturaleza es siempre el resultado de una lucha, de un enfrentamiento entre contrarios. El orden es, pues, el producto de una guerra entre fuerzas que se oponen constantemente. (“La guerra es la madre de todas las cosas”) Heráclito toma como ejemplos de lo que representa la armonía del universo la situación en que se encuentran un arco o una lira en tensión.
Heráclito indica que el Universo es un fuego vivo y eterno. Algunos han creído que Heráclito defendía que el fuego era el arjé –como hacían los miliesios–, es decir, el sustrato y origen de todas las cosas. Sin embargo, Heráclito no podía hablar de un sustrato último, porque para él el Universo es un continuo cambio. Si dijo que el Universo era fuego era porque el fuego representa el elemento más ligero, el que siempre cambia. El fuego era el mejor símbolo para expresar el cambio constante.
Sobre el origen del Universo, Heráclito dijo que éste procedía de un fuego original y volvería a convertirse en fuego tras una gran conflagración universal.

1. Explica el significado de las siguientes frases de Heráclito:
“Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río”
“Todo cambia nada es.”
“Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, abundancia y hambre.”
Realiza los tests sobre Tales, el origen de la Filosofía y Anaximandro que aparecen al margen, anotando el enunciado y la respuesta correcta en tu cuaderno.

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