jueves, 29 de enero de 2009

Los escépticos y la libertad (la libertad)


Tras leer el texto de Savater, responde las cuestiones siguientes:


"¿Qué pretendo decirte poniendo un «haz lo que quieras» como lema
fundamental de esa ética hacia la que vamos tanteando? Pues sencillamente (aunque
luego resultará que no es tan sencillo, me temo) que hay que dejarse de órdenes y
costumbres de premios y castigos, en una palabra de cuanto quiere dirigirte desde
fuera, y que tienes que plantearte todo este asunto desde ti mismo, desde el fuero
interno de tu voluntad. No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida:
Pregúntatelo a ti mismo. Si deseas saber en qué puedes emplear mejor tu libertad, no
la pierdas poniéndote ya desde el principio al servicio de otro o de otros, por buenos,
sabios y respetables que sean: interroga sobre el uso de tu libertad... a la libertad
misma.
Claro, como eres chico listo puede que te estés dando ya cuenta de que aquí
hay una cierta contradicción. Si te digo «haz lo que quieras» parece que te estoy
dando de todas formas una orden, «haz eso y no lo otro», aunque sea la orden de que
actúes libremente. ¡Vaya orden más complicada, cuando sela examina de cerca! Si la
cumples, la desobedeces (porque no haces lo que eres, sino lo que quiero yo que te
lo mando), si la desobedeces, la cumples (porque haces lo que tú quieres en lugar de
lo que yo te mando... ¡Pero eso es precisamente lo que te estoy mandando!). Créeme,
no pretendo meterte en un rompecabezas como los que aparecen en la sección de
pasatiempos de los periódicos. Aunque procure decirte todo esto sonriendo para que
no nos aburramos más de lo debido, el asunto es serio: no se trata de pasar el tiempo,
sino de vivirlo bien. La aparente contradicción que encierra ese «haz lo que
quieras»no es sino un reflejo del problema esencial de la libertad misma: a saber, que
no somos libres de no ser libres, que no tenemos más remedio que serlo. ¿Y si me
dices que ya está bien, que estás harto y que no quieres seguir siendo libre? ¿Y si
decides entregarte como esclavo al mejor postor o jurar que obedecerás en todo y para
siempre a tal o cual tirano? Pues lo harás porque quieres, en uso de tu libertad y
aunque obedezcas a otro o te dejes llevar por la masa seguirás actuando tal como
prefieres: no renunciarás a elegir, sino que habrás elegido no elegir porti mismo. Por
eso un filósofo francés de nuestro siglo, Jean-Paul Sartre, dijo que «estamos
condenados a la libertad». Para esa condena no hay indulto que valga...
De modo que mi «haz lo que quieras» no es más que una forma de decirte que
te tomes en serio el problema de tu libertad, lo de que nadie puede dispensarte de la
responsabilidad creadora de escoger tu camino. No te preguntes con demasiado
morbo si «merece la pena» todo este jaleo de la libertad, porque quieras o no eres
libre, quieras o no tienes que querer. Aunque digas que no quieres saber nada de
estos asuntos tan fastidiosos y que te deje en paz, también estarás queriendo...
queriendo no saber nada, queriendo que te dejen en paz aun a costa de aborregarte
un poco o un mucho. ¡Son las cosas del querer, amigo mío, como dice la copla! Pero
no confundamos este «haz lo que quieras» con los caprichos de que hemos hablado
antes. Una cosa es que hagas «lo que quieras» y otra bien distinta que hagas «lo
primero que te venga en gana»". (Ética para Amador, Fernando Savater)


Cuestiones:
1. Pon un título al texto
2. Escribe las palabras cuyo significado desconozcas.
3. ¿Qué significa esta frase?: “estamos condenados a ser libres”
4. ¿Qué significa “haz lo que quieras”?
5. ¿Qué diferencia existe entre “hacer lo que quieras” y “hacer lo que te venga en gana”?
6. ¿Crees que somos totalmente libres? ¿Qué condiciones nos limitan?


La libertad humana consiste en la capacidad de elegir uno mismo lo que quiera hacer. No es seguir de un modo irreflexivo –sin pensar- todos los deseos que pasen por nuestra mente. Consiste en hacer aquello que pensamos que es mejor para nuestra vida.

Ser libre, por tanto, no significa seguir los caprichos que pasen por la mente en cada momento. Si alguien libremente quiere ser arquitecto, tendrá que realizar en algunos momentos sacrificios que no desee en ese momento (levantarse temprano para estudiar, dejar de salir con los amigos algunos fines de semana...), pero habrá hecho estos esfuerzos para conseguir aquello que libremente ha querido.

El ser humano emplea dos facultades: la razón y la voluntad. La razón es lo que nos permite pensar, reflexionar... saber qué es lo más conveniente para nosotros. La voluntad es una fuerza que nos impulsa, que nos mueve para poder hacer aquello que nos hemos propuesto.

Piensa dos situaciones en las que no hayas tenido voluntad para hacer lo que habías pensado.

Una persona es libre si utiliza su razón para pensar que es lo que quiere y emplea su voluntad para decidirse, para lanzarse a hacer aquello que ha pensado.

La libertad humana está relacionada con la automía moral y se distancia de la heteronomía.


Heteronomía. Actuamos de forma moralmente heterónoma, cuando seguimos simplemente las normas de nuestros impulsos, caprichos o deseos, las normas de la moda o las leyes sociales asumidas de una forma irreflexiva.
Autonomía. Por el contrario, somos libres cuando nos ponemos nosotros mismos las normas de comportamiento que queremos seguir. Somos entonces moralmente autónomos, puesto que regimos nuestra conducta según leyes o principios que nosotros mismos hemos elegido, haciendo uso de nuestra razón y de nuestra voluntad.

Pon tres ejemplos de comportamientos autónomos y tres ejemplos de comportamientos heterónomos.

No hay comentarios: